Estudios recientes aseguran que los anteojos para sol de juguete no bloquean la radiación ultravioleta y pueden poner en peligro la salud visual y ocular de los niños.
El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas ha advertido sobre el uso de lentes de sol de juguete. Este tipo de anteojo puede provocar daños oculares en los niños debido a que ofrecen una “falsa sensación” de seguridad, pues sus lentes no bloquean la radiación ultravioleta. Además, al dilatarse la pupila, contribuyen a que las radiaciones nocivas penetren aún más en el interior del ojo.
“La consecuencia es que, casi el 50 por ciento de la radiación ultravioleta a la que nos vemos expuestos a lo largo de la vida se produce antes de cumplir los 18 años. Entre los daños que surgen a corto plazo destacan las queratitis o quemaduras solares, que en los más pequeños se manifiestan con síntomas de dolor, fotofobia y enrojecimiento de los ojos. A largo plazo, el daño puede ser más grave, en forma de alteraciones corneales, lesiones degenerativas y quemaduras agudas en la retina, que afectan a la visión de forma permanente”, señalan los expertos.
Diversos estudios han relacionado la radiación solar durante la infancia con la aparición de diversas patologías en la edad adulta como, por ejemplo, las cataratas, la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), y el pterigión, un crecimiento anormal de tejido sobre la córnea, que produce irritación ocular y sensación de cuerpo extraño.
Utilizar gafas de sol con una calidad adecuada y otros elementos de protección; gorras, sombreros o viseras, durante la infancia, reduce el riesgo de padecer estas patologías.