Para una mujer embarazada, no hay emoción más grande que el momento en que logra identificar los rasgos de su pequeño gracias al ultrasonido. Después de días imaginando su rostro, finalmente puede reconocerlo con claridad. Para esta mujer, esa emoción ha tenido que esperar. Porque aunque lo siente cuando se acaricia el vientre con las manos, no tiene la posibilidad de verlo con sus propios ojos. Por eso su doctor quiso hacerle este regalo tan especial para ella. Conocé esta hermosa historia de Tatiana, una futura mamá no-vidente, y su bebé…

Las ecografías más modernas (primero 3D, después 4D y ahora hasta 5D) permiten a los futuros padres tener una imagen casi exacta de cómo será su hijo cuando nazca. Una campaña publicitaria, basada en una historia real, se está viralizando rápidamente mostrando cómo puede una mamá ciega percibir esa hermosa sensación de conocer a su bebé antes de que nazca.

Tatiana Guerra tiene 30 años y perdió la vista a los 17. Está embarazada de 20 semanas de Murilo. En el video, en la mamá no-vidente habitación que será del bebé, cuenta que quiere mostrarle a su hijo «el océano, sentir la arena bajo los pies, el olor de la sal, la frescura de la brisa. Mamá no puede esperar para sentir tu cuerpo, tu cara. Estás conmigo aunque no puedo todavía abrazarte o besarte».

Después de eso, la cámara nos muestra la ecografía. Tatiana le pregunta al médico cómo es Murilo. «Tiene la nariz como la tuya y sus dos pequeños ojos cerrados», responde el ecografista, y le pasa la pelota: «¿Cómo te lo imaginás vos?». «La nariz como una pequeña papa, una boca pequeña», dice la futura mamá.

15 minutos después, gracias a una estación de impresión 3D ubicada en el consultorio, el médico le alcanza a Tatiana un paquete.

–Si lo pudieras tocar, ¿sabrías cómo es?–, pregunta el médico. –Sí–, contesta ella sin dudar. –Si te lo doy, ¿lo sentirías?–Sí, la naricita de tu mamá.–Este es tu hijo.–¿Qué quiere decir?–, se sorprende Tatiana.–Es una imagen de tu hijo en la forma en que pensás que se siente.

mamá no-videnteEmocionada, Tatiana abre el paquete y lee, impreso en braille: «Yo soy tu hijo». Desde ese momento, la mujer es una mezcla de llanto, risa, sorpresa, agradecimiento, mientras con la yema de sus dedos recorre la impresión 3D y conoce, también ella, a Murilo.

¿Qué te pareció esta hermosa historia? Emocionante, ¿no?

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